La fisioterapia utiliza un conjunto de técnicas específicas para ayudar a desarrollar al máximo la motricidad funcional, a la vez que proporciona los mecanismos necesarios para que la persona con discapacidad tenga un amplio aprendizaje adaptado a sus capacidades. Los objetivos están basados en las programaciones individuales de cada usuario. Se realizan técnicas de relajación muscular, movilizaciones tanto pasivas como activas incluyéndolas en actividades funcionales para los usuarios, estiramientos, ejercicios de coordinación y técnicas de fisioterapia específicas. Dado que se trabaja con una población adulta, no se busca una evolución sino el mantenimiento de sus capacidades. Se atiende a toda persona con discapacidad intelectual que lo necesite tras una valoración previa de los profesionales del servicio.